El Brexit dejó al Reino Unido sin camioneros, desabastecido y aislado de la comunidad europea

Después de un fin de semana de pánico ante la escasez de combustible, en el que un 30% de las estaciones de servicio del gigante BP quedaron con los surtidores agotados, el desabastecimiento se amesetó.

Bastó que el ministro de Transporte, Grant Shapps, llamara el pasado viernes a la calma a la población, pidiendo no llenar los tanques de los vehículos a menos que fuera necesario, para que los automovilistas se lanzaran a hacer enormes colas ante las gasolineras a fin de cargar el tanque.

En consecuencia, el 90% de las estaciones independientes se quedaron con los depósitos exhaustos.

Ante todo, lo que quedó en evidencia fue falta de confianza en el Gobierno. No se habría llegado a semejante nivel de pánico si los ciudadanos no se hubieran puesto a reabastecerse todos al mismo tiempo, rellenando incluso botellas con gasolina.

La situación trajo reminiscencias de los años 1970, cuando la crisis energética obligó a racionar el combustible y a reducir la semana de trabajo a tres días.

Para colmo, hace unos diez años, las manifestaciones contra el alto precio de la gasolina también provocaron un bloqueo de las refinerías y paralizaron la actividad del país durante semanas.

El lunes, el gobierno británico debatía entre desplegar el ejército para controlar el problema de desabastecimiento de combustible en el país o alistarlo para intervenir cuando hiciera falta garantizar el suministro.

Pero este martes, el primer ministro Boris Johnson se animó a sugerir que los trabajadores claves, como médicos y cuidadores, no tendrán prioridad para cargar combustible en las estaciones de servicio, ya que la situación ahora se estaba “estabilizando”.

Cuando se le preguntó si se estaba considerando algún plan de contingencia, el jefe de Estado dijo: “Entiendo que la gente diga eso, pero con la situación ahora estabilizándose, con las cosas mejorando en la explanada, lo mejor es que … lo estabilizamos en forma normal”.

Medidas extremas

Aunque la medida extrema es permitida por la NEPF se estuvo manteniendo en suspenso, quedaron stand by 75 conductores militares de vehículos pesados, ​​calificados para ayudar con las entregas si era preciso.

Las cuentas que se hacen en Downing Street 10 no dan que haya escasez de combustible: las refinerías están llenas, lo que no hay son transportistas, concluyeron. Hay un déficit de 100.000, como consecuencia de haber sido vedado el ingreso al Reino Unido de trabajadores del volante.

Asimismo, los valores que había alcanzado el combustible en razón de que los conductores de camiones de la Unión Europea afirmaron que no irán al Reino Unido, son los más altos en ocho años,

Tampoco contribuye a estabilizar el equilibrio entre la oferta y la demanda de los bienes en general la demora en concretar un nuevo tratado de libre comercio con EEUU, lo que los analistas coinciden en advertir que sitúa a Boris Johnson frente a una tormenta perfecta en los meses venideros.

Ya no se trata sólo del llamativo desabastecimiento de los supermercados, antes llenos con productos europeos que ya no llegan, sino el encarecimiento de los precios de los bienes básicos.