El 26 de julio de 1890: El origen de las boinas blancas y de la UCR

Su origen se remonta a la fría y neblinosa madrugada porteña del 26 de julio de 1890, donde se aglutinaron los batallones cívicos que habrían de participar del motín organizado por la Unión Cívica para ese día.

El frío hizo que, con urgencia, algunos militantes acudieran a un negocio cercano, que a esa hora estaba cerrado, para que el dueño les abriera y les vendiera unas boinas.

El comerciante les dijo que no tenía suficiente cantidad de boinas, salvo de color blanco.

La disponiblidad se unió inmediatamente a la necesidad de tener un distintivo que permitiría a los revolucionarios aglutinarse en la acción.

La adopción fue un éxito, y en poco tiempo la iniciativa se extendió por todos los batallones, pasando a la historia como una vestimenta que identifica ya no sólo a quienes participaron en la Revolución del Parque sino a todos los radicales que bregan por destronar, como en aquella jornada, los sucesivos “unicatos” que inundan la vida argentina.