Alberto, Massa, CFK y Ziliotto inauguraron el Gasoducto Kirchner

El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner Kirchner abrieron este domingo poco antes de las 16 de manera simbólica la válvula del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) en la planta ubicada en la ciudad bonaerense de Salliqueló, en la ruta provincial 85, altura kilómetro 285 (junto a la planta compresora Saturno), donde se conecta con la red troncal. Ambos mandatarios estuvieron acompañados por el ministro de Economía, Sergio Massa, y el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, integrantes de la fórmula presidencial de Unión por la Patria (UxP), y los gobernadores Sergio Ziliotto y Axel Kicillof. En este contexto, se produce la primera foto de unidad de la coalición oficialista para las PASO del 13 de agosto.

La construcción del conducto atravesó 110 pasos críticos: por ejemplo, durante 1,3 kilómetro, la tubería quedó instalada a 33 metros de profundidad, por debajo del lecho del Río Colorado, para unir a Río Negro con La Pampa. En los primeros 115 kilómetros de traza, el nuevo caño se cruzó con decenas de instalaciones existentes de ductos de gas y petróleo que interferían y exigieron readecuaciones de diseño y construcción. Además, los cruces por debajo de rutas y caminos, de las vías del ferrocarril y de las líneas de transporte eléctrico de media y alta tensión.

La obra se encaró en tres frentes simultáneos y utilizó tecnología inédita en el país: robots que hacen soldaduras automáticas de gran velocidad. Un equipo de 45 profesionales soldadores viajó desde Turquía para manejar esa tecnología de frontera. El promedio final de construcción del gasoducto, de 2,5 kilómetros de cañería por día, implicó jornadas de 5 kilómetros de avance de obra. Entre la primera y la última soldadura pasaron 178 días.

Es una obra única en Sudamérica. El corto plazo de construcción permitió tener el gasoducto antes del pico de demanda invernal de 2023. Está catalogada como la obra de ingeniería más importante de los últimos 35 años en transporte de gas. La referencia es el Gasoducto Neuba II de Neuquén a Buenos Aires, construido durante la presidencia de Raúl Alfonsín.

El nuevo ducto es una autopista soterrada para conducir hacia los centros urbanos de mayor consumo el gas que produce Vaca Muerta, el yacimiento de clase mundial con potencial para cambiar la realidad energética de Argentina y la región, a partir de la producción de gas y petróleo no convencional que viene creciendo en volúmenes y que, sin embargo, no se podía transportar y darle uso.

La construcción del gasoducto está estandarizada. El primer paso es la apertura de la “pista”: se desmaleza una franja de 20 metros de ancho en todo el recorrido. Luego, se construye la zanja y se arma el desfile de los caños. El curvado de los tubos se hace sobre la pista. El paso siguiente es el soldado. Luego, la inspección: se reparan las deficiencias y se reviste la tubería para finalmente bajarla a la zanja, tapar el pozo, hacer la prueba hidrostática y la inspección interna de la cañería. Cada tramo de caños que se introduce a la zanja es de entre 900 y 1.200 metros.

Las chapas planas para la producción de los tubos se importaron de Brasil, provenientes de la empresa Usinas Siderúrgicas de Minas Gerais (Usiminas), una de los mayores productoras de acero de Latinoamérica.

Los tubos con costura se fabricaron en la empresa Tenaris Siat (Techint), en Valentín Alsina, partido de Lanús. Desde allí se hicieron 14 mil viajes de camiones de 14 toneladas. Cada viaje duró 16 horas por la ruta nacional 5 y la ruta provincial 20.

La ausencia de infraestructura en el desierto obligó a las empresas a levantar campamentos para los trabajadores. Cinco “pueblos” modulares con todos los servicios para albergar a los 4.900 empleos directos. La jornada comenzaba a las siete de la mañana y terminaba a las siete de la tarde.

El consorcio que conformaron Techint, de Paolo Rocca, y SACDE, de Marcelo Mindlin (Pampa Energía), construyó 445 km entre Tratayen y Doblas en La Pampa. La empresa BTU, de Carlos Mundin, se hizo cargo del segmento restante, desde la localidad de Macachín (La Pampa) hasta Salliqueló. La licitación incluyó obras complementarias, dos gasoductos más cortos y una planta compresora que se siguen construyendo. Además, no se licitó aún la segunda parte del gasoducto GPNK, que irá desde Salliqueló hasta San Jerónimo, en Santa Fe.

Las empresas trasladaron al desierto más de 1.200 equipos y máquinas. El gasoducto lleva también en todo el recorrido una fibra óptica (falta instalar) que servirá para monitorear su funcionamiento. Cuenta con 17 válvulas de bloqueo y seguridad, plantas compresoras, plantas de Scrapper para limpieza del ducto y otras instalaciones superficiales para medir el flujo del gas, darle olor, regular la presión, etc.

La obra impactó en la economía de toda la provincia de La Pampa. De los 573 kilómetros que tiene toda la traza, 406 se ubican en territorio pampeano, lo que generó un importante número de nuevos empleos directos y otros indirectos vinculados a los servicios que demandó su construcción.