Pobre Democracia – De Alfonsín a Milei- ¿Qué nos pasó?

Sobre finales del ´82, la dictadura llegaba a su fin y se empezaba a respirar democracia en el país. La gente (todos) votaba con alegría y esperanza. 

Así comenzó este camino que lleva 40 años, que para la vida de un país es apenas un suspiro, aunque para nosotros signifique media vida…

En los primeros años pasamos por momentos de crisis profundas. La Semana Santa y el gran gesto de Cafiero en el balcón, acompañando a Alfonsín cuando la democracia estaba en juego. 

Después, el 2001. Los tres presidentes en una semana… que se vayan todos… las movilizaciones populares. 

Seguimos con mejores y peores etapas, pero en el camino se fue perdiendo una cultura política de la sociedad, basada en la racionalidad y la tolerancia.

Las reivindicaciones que se prometen y la gente necesita no llegan, los índices de pobreza y de desigualdad aumentan o por lo menos no bajan, la salud, la educación pública y la seguridad se deterioran. Y todo esto pasa mientras nadie hace autocrítica y siempre la culpa es del otro…

¿Cuándo van a tomar nota nuestros dirigentes que la salida va por otro lado?

¿Cuándo veremos a la clase politica ponerse de acuerdo en 4 o 5 temas, y avanzar por ahí, con matices diferentes, pero con la misma dirección?

Excepto los militantes, la mayoría de la gente está votando con frustración, con enojo, con bronca y en este contexto queda poco margen para la racionalidad.

El acto eleccionario que en el ´83 era una fiesta, se está transformando en una obligación intranscendente. 

Una sociedad frustrada, desesperanzada, impotente porque no encuentra en las urnas soluciones a sus problemas, empieza a buscar salidas desesperadas, ya lo vivió Alemania en 1933 votando a un salvador outsider…. Sabemos cómo terminó. 

Apostemos a la sensatez, a la razón, a recuperar valores, a no perder humanidad.

Votemos como seres humanos, no como máquinas de consumo.

Espero que estemos a tiempo de evitar que un outsider nos conduzca a una tragedia. 

Miguel Lange